El proceso para cerrar definitivamente el centro de Madrid al tráfico ha comenzado. En el mes de julio, todas las plazas del SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) del distrito pasarán a verdes, para residentes, y noviembre es la nueva fecha anunciada por el Ayuntamiento para que entre en funcionamiento Madrid Central, un área delimitada por las calles Alberto Aguilera, Carranza, Sagasta, Génova, Paseo de Recoletos, Paseo del Prado, Ronda de Atocha, Ronda de Valencia, Ronda de Toledo, Gran Vía de San Francisco, Bailén, Plaza de España, Princesa y Serrano Jover, por cuyo interior sólo podrán circular vehículos de residentes, de servicios públicos, motos y otros autorizados.
Una medida, recogida en el Plan A de calidad del Aire que la delegada de Medio Ambiente y Movilidad, Inés Sabanés, enmarca en la lucha contra la contaminación. Pero ¿cómo afectará a la vida de la zona? Vecinos, comerciantes y hosteleros cuentan a EL MUNDO sus dudas y pareceres ante esta iniciativa.
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